YPF fue fundada como empresa estatal en 1922, durante la presidencia de Hipólito Yrigoyen,

convirtiéndose en la primera gran petrolera verticalmente integrada del mundo y el mérito de su concepción y puesta en funcionamiento es del coronel Enrique Mosconi, quien fue además su primer director.

Tristemente a comienzos de la década del 90 durante la presidencia de Carlos Saúl Menem se determinó su privatización. Fue así que en el año 1999 fue adquirida por la compañía española Repsol, quien tomó el control del 97,81 % de YPF tras haber acudido a la oferta pública de adquisición (OPA) de la empresa argentina, y fue así que la empresa pasó a llamarse Repsol YPF.

La disminución de las reservas de petróleo durante la gestión de Repsol en YPF y la voluntad de retomar el control estatal de la petrolera para asegurar el autoabastecimiento energético del país motivaron a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner a presentar, el 16 de abril de 2012, el proyecto de ley de "Soberanía hidrocarburífera de la República Argentina" para que el Estado argentino recuperase la propiedad de YPF.

Fue así que el Estado argentino declaró el 51% del patrimonio de YPF de utilidad pública y sujeto a expropiación. De ese 51% expropiado, un 49% iría a las provincias y el 51% restante al Estado nacional.

El presidente del Instituto de Energía de Santa Cruz, Lic. Matías Kalmus, junto a su equipo de trabajo, saludan especialmente a nuestra empresa de bandera YPF, cuyos destinos conduce hoy el compañero Pablo Gonzalez, aprovechando la oportunidad también para reconocer y saludar a todos sus trabajadores, guardianes de nuestra soberanía energética, con motivo de conmemorarse hoy el centenario de su creación.