En junio de 1944, el pozo O-12 pone de manifiesto la existencia de una acumulación petrolífera de alto valor comercial en la zona de Cañadón Seco, al resultar productiva una de sus capas, a razón de 160 metros cúbicos diarios, por surgencia natural.
La dedicación y el esfuerzo de aquellos hombres de trabajo, pioneros de esta actividad, permitieron que el rudimentario trépano que utilizaban alcanzara los 1.613 metros de profundidad, ese día a esa profundidad se vislumbró por vez primera la oportunidad petrolera para Santa Cruz.
Gracias al descubrimiento y desarrollo del pozo O-12, se comenzó a poblar aquella zona de nuestra provincia con pioneros venidos, no solo del resto de la República Argentina sino también de otros países.
Con este sencillo homenaje, manteniendo vivo el recuerdo de aquellos primeros baluartes de la actividad y reconociendo también a los que los han sucedido con fuerte convicción hasta hoy, el Instituto de Energía de Santa Cruz en la palabra su presidente el Lic. Juan Antonio Ferreiro, saluda con afecto, respeto y profunda admiración a toda la comunidad petrolera de la provincia.